El encuentro entre el presidente de EEUU, George Bush, y el primer ministro israelí, Ariel Sharon, celebrado ayer en Crawford (Tejas), se había planteado como un cálido despliegue público de apoyo estadounidense al desmantelamiento de 21 asentamientos judíos en la franja de Gaza y cuatro en Cisjordania, respaldado por Sharon. Sin embargo, la atmósfera se enfrió cuando Bush optó por advertir al líder judío, pública y privadamente, de que se abstenga de ampliar el mayor asentamiento de Maale Adumim, en Cisjordania, con otras 3.650 casas más.

"Le he dicho al primer ministro que no emprenda ninguna actividad que contravenga la Hoja de ruta o perjudique el cumplimiento de las obligaciones finales", en referencia a una solución del conflicto de Oriente Próximo, subrayó Bush tras el encuentro. El presidente añadió que había reiterado a Sharon las exigencias de la Hoja de ruta , que incluyen el levantamiento de los puestos de control construidos ilegalmente por Israel en territorio palestino y de los asentamientos en Cisjordania.

LA CAPITAL DEL FUTURO ESTADO EEUU ha puesto objeciones al plan israelí de ampliar el asentamiento de Maale Adumim con miles de nuevas viviendas que terminarían conectándolo con Jerusalén Oriental. Este ensanche choca directamente con lo estipulado por la Hoja de ruta , el plan internacional de paz para Oriente Próximo patrocinado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas. Los palestinos temen que esas viviendas constituyan una nueva barrera entre Cisjordania y Jerusalén Oriental, la zona de la ciudad santa donde quieren ver establecida la capital de su nuevo Estado.

"Espero que el primer ministro Sharon escuche el llamamiento del presidente Bush para detener todas las actividades sobre asentamientos, porque creo que esto es la clave de todo", se apresuró ayer a declarar en Ramala (Cisjordania) el negociador palestino, Saeb Erekat.

Sharon aseguró ayer que respetará lo estipulado en el acuerdo internacional. "Respecto a los asentamientos, Israel cumplirá todas sus obligaciones dentro de la Hoja de ruta ", declaró Sharon tras su encuentro con Bush. "Cumpliré mi compromiso con usted de eliminar los puestos no autorizados", prometió también.

APOYO A LA RETIRADA Pese a la advertencia de Bush contra la ampliación de asentamientos, Sharon se marchó de Tejas con un triunfo en el bolsillo, ya que el presidente estadounidense le prometió lo que más le importaba: EEUU permitirá que Israel conserve bloques de asentamientos en Cisjordania en el futuro acuerdo de paz, en oposición a lo que pretenden los palestinos.

Bush reiteró su apoyo al plan de Sharon para una retirada israelí completa de la franja de Gaza y parcial de Cisjordania, pues la Casa Blanca considera que podría ser el primer paso para poner en marcha la Hoja de ruta .

Israel tiene planes de iniciar en julio o agosto el desmantelamiento de los 21 asentamientos en Gaza y cuatro en el norte de Cisjordania, donde habitan 9.000 colonos judíos que se oponen a ello con uñas y dientes, sobre todo en Cisjordania.

La tensión causada por estos planes es tal que Sharon la definió ayer como "una guerra civil" en una entrevista con la televisión estadounidense NBC.

VUELO ILEGAL Mientras, en Oriente Próximo, hablar de paz es aún arriesgado. La guerrilla fundamentalista libanesa Hizbulá anunció ayer en un comunicado que un avión espía no pilotado suyo sobrevoló el norte de Israel y regresó después a su base en el Líbano. El Ejército israelí lo confirmó. El vuelo coincidió con el aviso de un general israelí de que Hizbulá se prepara para una escalada de ataques.