El presidente de EEUU, George Bush, ha criticado la forma en que se han llevado a cabo las ejecuciones de Sadam Husein y de sus colaboradores, que ha calificado de "asesinato por venganza", y ha asegurado que son una muestra más de que el Gobierno iraquí "todavía tiene que madurar".En una entrevista a la cadena pública de televisión estadounidense PBS, el mandatario ha dicho que el ahorcamiento del exdictador iraquí le había parecido "un asesinato por venganza" que envía un mensaje muy confuso a los ciudadanos. Tras declararse "decepcionado" por la forma en que se desarrollaron las ejecuciones, particularmente la del dictador iraquí, Bush ha afirmado que había transmitido su malestar al primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki.Ha admitido además que lo ocurrido le dificulta la labor de explicar a los estadounidenses que el Gobierno iraquí al que ayuda EEUU "quiere la unidad del país y avanzar hacia adelante". A su juicio, lo que muestran las ejecuciones de Husein, de su hermanastro y exjefe de los servicios secretos iraquís, Barzan al Tikriti, y del antiguo presidente del Tribunal Revolucionario, Awad al Bandar, es que "es un Gobierno que todavía tiene que madurar".Estrategia rechazadaLa muerte de Husein fue grabada por un teléfono móvil y difundida en varias televisiones árabes, que mostraron imágenes en las que podía verse al dictador acompañado de verdugos encapuchados que lo dirigen hacia la horca, mientras se escuchan voces a favor del clérigo chií Muqtada al Sadr y de su padre, Baqer al Sadr, asesinado durante el régimen de Sadam. Además, se escuchaba una voz que decía: Sadam "vete al infierno" y la reacción de enfado del expresidente cuando respondía: "Al infierno...al infierno; esta es la horca de la desgracia".Bush ha criticado lo ocurrido en una entrevista en la que ha vuelto a defender la nueva estrategia para Irak que presentó la semana pasada y que ha generado una fuerte oposición entre la nueva mayoría demócrata del Congreso y entre los ciudadanos, muy críticos especialmente con su propuesta de reforzar las tropas desplegadas en territorio iraquí.2006, un año pésimo Las últimas encuestas de opinión revelan que la mayoría de los estadounidenses están en contra de esa propuestas y, en general, de la política del presidente en relación con el conflicto en Irak. Bush ha admitido que es así y ha llegado a decir incluso que, si le preguntaran su opinión sobre Irak, "sería uno de los que dicen: no, no apruebo lo que está pasando".Aunque se ha declarado "frustrado" por la falta de progresos, el presidente ha argumentado que había que cambiar de estrategia porque, en su opinión, mantener la política actual llevaría al fracaso, y optar por la retirada también tendría las mismas consecuencias pero de forma mucho más rápida.Bush ha reconocido que la situación en Irak parecía esperanzadora hace un año, cuando creyó que se estaba logrando el objetivo de crear la situación para que el país pudiese "gobernarse, mantenerse y defenderse". Sin embargo, "no hay duda de que 2006 fue un año pésimo para Irak", ha admitido.