Los bombardeos sobre Basora y otros puntos de Irak podrían ser el prólogo de una acción de mayor envergadura que desembocase en un ataque masivo. Tales ´tientos´ llevan tiempo produciéndose, según una lógica imprevisible. Pero en las actuales circunstancias indican que la coalición anglo-americana se prepara para aventuras más ambiciosas a medida que en Bagdad los inspectores reciben gota a gota informaciones, pruebas y demostraciones de que la dictadura iraquí destruyó en el pasado armas químicas ahora milagrosamente reencontradas. Estos hallazgos dejan a Bush y Blair indiferentes. La batalla diplomática, mientras, continúa en Roma, Nueva York y Washington. El enviado del Papa espera ser recibido por Bush mientras que se desmiente que el Pontífice estuviese dispuesto a hablar en la ONU. Las ´divisiones´ del Papa (¿cuántas divisiones tiene el Papa?, preguntó Stalin ) preparan su ofensiva europea: se trata de insistir en el papel de la comunidad internacional para resolver la crisis.