Washington intensifica sus esfuerzos para minimizar la crisis abierta con uno de sus principales aliados en la guerra de Irak, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien ha pedido responsabilidades después de que las tropas de EEUU disparasen contra el vehículo en el que viajaba la periodista Giuliana Sgrena.

En una breve conversación telefónica desde el avión presidencial, Bush prometió a Berlusconi "una exhaustiva investigación" de lo sucedido cerca del aeropuerto de Bagdad. "Fue una llamada a un buen amigo para expresarle nuestro pesar por el incidente. Lamentamos la pérdida de una vida", explicó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. "El presidente aseguró a Berlusconi que el suceso será investigado, y ya estamos cooperando con las autoridades italianas para aclarar las circunstancias".

Las autoridades militares de EEUU han admitido lo sucedido en un comunicado, donde explican que el coche se acercaba a gran velocidad al puesto de control. Los soldados "trataron de avisar al conductor para que se detuviera, moviendo los brazos, con luces y con disparos de aviso. Pero no paró, así que dispararon al motor. Esto provocó que el vehículo se detuviera, que una persona resultara muerta y otras dos heridas", relatan las mismas fuentes.