Occidente redobló ayer la presión a Rusia para que retire de forma inmediata sus tropas de Georgia y respete la integridad territorial de esta república exsoviética. El presidente de Estados Unidos, George Bush, volvió a cargar ayer otra vez contra Moscú y dijo que su país no "dejará de lado" a la población georgiana. La cancillera alemana, Angela Merkel, calificó de "desproporcionada" la operación militar rusa en Georgia, defendió la integridad territorial de Georgia y llamó a cumplir el pacto, es decir, a retirar la tropas.

"El acoso y la intimidación no son formas aceptables de dirigir la política exterior en el siglo XXI", dijo ayer Bush, en su última rueda de prensa antes de empezar sus vacaciones. "Con sus acciones en los últimos días, Rusia ha dañado su credibilidad y sus relaciones con el mundo libre", añadió. El mandatario recordó a Moscú que "es necesario respetar la soberanía y la integridad territorial de Georgia".

ACUERDO "URGENTE" En similares términos se expresó Merkel tras entrevistarse con el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, en la localidad rusa de Sochi, situada a pocos kilómetros de la frontera de Georgia. La cancillera alemana dijo que es "urgente" que las dos partes enfrentadas firmen cuanto antes el acuerdo de alto el fuego que presentó el pasado miércoles el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en representación de la UE.

Ayer lo hizo el jefe del Estado de Georgia, Mijail Saakashvili, tras reunirse en Tiflis con la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice. El acuerdo estipula que las tropas de ambos países deben retirarse a las posiciones que mantenían antes del estallido de la crisis, el día 8. Tras estampar la firmar, el líder georgiano avisó de que "no cederá ni un kilómetro de su territorio".

Rice, por su lado, consideró necesario desplegar en la zona una "fuerza internacional de paz imparcial", a lo que se opone firmemente Moscú. "Las fuerzas de paz rusas seguirán siendo garantes de la seguridad en el Cáucaso", advirtió ayer Medvédev, que amenazó con volver a utilizar la fuerza si "alguno de nuestros ciudadanos" de Osetia del Sur es víctima de un nuevo ataque.

Como dijo ayer Rice, "lo más urgente" ahora es que se vayan las tropas rusas y las fuerzas paramilita- res e irregulares de territorio georgiano. Pero todo indica que la retirada no está cerca. Ayer los rusos mantenían su presencia en cuatro ciudades: Poti, Nogovitsin, Senaki y Gori.

En esta última, los carros de combate estaban situados a las afueras de la ciudad. Sin embargo, a media tarde, una columna de al menos 17 blindados rusos avanzaron por la carretera que une Gori con Tiflis, y se pararon a solo 40 kilómetros de la capital de Georgia. A pesar de este movimiento militar, el jefe adjunto del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, el general Anatoli Nogovitsin, aseguró que el Ejército de su país ya ha cesado todas las acciones de combate en territorio georgiano.