Paul Bremer, un civil conservador cercano al Partido Republicano y experto en manejar situaciones de crisis, aceptó ayer la propuesta del jefe de la Casa Blanca, George Bush, de convertirse en el nuevo enviado plenipotenciario en Irak.

Bremer estará por encima del actual administrador civil de Irak, el general en la reserva Jay Garner. Que sea ése el orden jerárquico no es un detalle baladí. Bremer, coinciden los analistas, será visto con mejores ojos por parte de la comunidad iraquí y de los países árabes, que prefieren que un civil, y no un militar --Garner--, sea el responsable de tomar las riendas del país durante la transición. Bremer, de 61 años, se ocupará sobre todo de crear las nuevas estructuras políticas que el colapso del partido único Baaz ha dejado en el limbo absoluto.

Mientras, las tropas norteamericanas anunciaron que han descubierto cerca de Mosul, en el norte de Irak, un camión que, según los primeros análisis, era utilizado por Bagdad como laboratorio móvil para fabricar armas químicas. El vehículo es muy parecido a los que el secretario de Estado, Colin Powell, enseñó en la ONU.

Por otra parte, el periódico conservador The Washington Times publicó ayer un artículo en el cual se asegura que Francia facilitó pasaportes a destacados funcionarios iraquís con el fin de ayudarlos a entrar en la UE. Francia negó este dato.