La renovación del círculo íntimo de colaboradores del presidente de EEUU, George Bush, con la que el dirigente intenta frenar su grave pérdida de respaldo popular, continuó ayer con el fichaje como portavoz de la Casa Blanca del comentarista de televisión Tony Snow, quien, desde la cadena Fox, es una de las voces de mayor peso en los círculos más conservadores de EEUU. "Me gusta su perspectiva", recalcó Bush, a pesar de que Snow ha criticado en ocasiones su política, que ahora tendrá que defender.

Pero el presidente presentó este desacuerdo como una virtud, porque demuestra, según dijo, que Snow "no tiene miedo a expresar sus opiniones". Snow comentó ante los periodistas: "Una de las razones por las que he aceptado este trabajo es porque quiero trabajar con vosotros, no sólo que creo en el presidente".