El presidente de EEUU, George Bush, quiere aumentar significativamente el presupuesto destinado a las guerras que libra su país en Irak y en Afganistán. La Casa Blanca pretende solicitar, para el año fiscal del 2008, que arranca el próximo 1 de octubre, un incremento todavía superior al que había anunciado.

Hasta ahora, la petición al Congreso era de 147.000 millones de dólares (unos 104.400 millones de euros), una cifra que ahora la Administración de Bush está reconsiderando. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Frattos, reconoció ayer que iba a haber un reajuste, aunque rehusó revelar la cantidad. El diario The Washington Post , sin embargo, la cifró en otros 50.000 millones de dólares (35.500 millones de euros), o sea, en total, casi 200.000 millones de dólares (142.000 millones de euros).

CORRUPCION La guerra de Irak es la principal responsable del déficit fiscal de EEUU. Además, cada vez son más los estadounidenses que se oponen a la presencia militar en ese país. A pesar de su creciente impopularidad, Bush no cede en su aventura belicista, que ya dura cuatro años y medio.

Un informe de la Embajada de EEUU en Irak, filtrado ayer en internet, advierte de que cada vez es mayor la corrupción en la Administración iraquí y acusa al primer ministro, Nuri al Maliki, de no hacer nada para evitar la fuga de dinero y de ser "abiertamente hostil" a cualquier auditoría independiente. El informe no duda en afirmar que los ministerios se encuentran en manos de milicias chiís y de mafias.

Por otro lado, dos cercanos colaboradores del gran ayatolá Alí Sistani, la máxima autoridad religiosa de los chiís, fueron abatidos ayer a tiros en dos ataques diferentes. En uno murió el representante de Sistani en Diwaniya y, en el otro, el de Basora. Estas muertes elevan a cinco el número de religiosos próximos al clérigo chií asesinados desde principios de agosto. Las tensiones entre los chiís son cada vez mayores y no se descarta que algún grupo rival pueda estar detrás de estas muertes.

BLACKWATER, REHABILITADA Por otro lado, la empresa de seguridad privada Blackwater volvió ayer a custodiar a diplomáticos y personal estadounidense por Bagdad, con la autorización del Gobierno iraquí. Mientras, un comité de investigación trabaja para aclarar la muerte de una decena de civiles el pasado domingo en un tiroteo en el que participaron varios agentes de esta empresa estadounidense.