La guerra de Irak lleva camino de convertirse en la tumba política del presidente de EEUU, George Bush. Por primera vez, los estadounidenses han retirado el respaldo a su gestión antiterrorista y han expresado su confianza en que los defenderá mejor su rival en las elecciones de noviembre, el senador demócrata John Kerry. Esta es la advertencia que ha recibido la Casa Blanca a través del último sondeo del diario The Washington Post , que señala que sólo el 47% de los ciudadanos creen que mereció la pena atacar a Irak

El derrumbe de la confianza en la gestión antiterrorista es particularmente preocupante para Bush, ya que era uno de los más sólidos pilares de su apoyo popular. Hace apenas dos meses, los sondeos le daban una ventaja de 21 puntos sobre Kerry en este tema, mientras que a día de hoy el 48% de la gente cree que el candidato demócrata a la presidencia lo haría mejor. El 47% aún respalda a Bush.

PERDIDA DE CREDIBILIDAD La sangrienta posguerra iraquí y la angustia sobre las consecuencias a largo plazo de la invasión, así como la pérdida de credibilidad del presidente por el tema de las armas de destrucción masiva o la conexión entre Irak y Al Qaeda --argumentos con los que justificó el ataque-- minan cada vez más el apoyo a Bush. Según el Post , si las elecciones fueran ahora, el senador demócrata vencería al mandatario republicano por cuatro puntos (48% a 44%).

Bush "tendría que haber esperado hasta que acabaran las inspecciones de la ONU" antes de invadir Irak, señaló su predecesor demócrata, Bill Clinton. En una entrevista con el semanario Time coincidiendo con la puesta a la venta, ayer, de sus memorias, el expresidente criticó astutamente a su sucesor al apoyar el ataque a Irak pero no el momento en el que se hizo.

Clinton cierra filas en torno a Kerry. "Parece un presidente, habla como un presidente y tiene un buen historial militar, de seguridad y económico", dijo.