El presidente de EEUU, George W. Bush, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, reunidos hoy en el noreste de Estados Unidos, trataron hoy de minimizar sus diferencias al resaltar su colaboración en asuntos como el programa nuclear iraní.

Pese a ello, quedó claro que las grandes diferencias de posición en asuntos como el escudo antimisiles que EEUU planea en el este de Europa persisten pese a un encuentro que Bush, para darle toda la calidez posible, fijó en un marco insólito, la mansión de sus padres en Kennebunkport (Maine), una exclusiva localidad vacacional.

En unas breves declaraciones a la prensa frente a la costa rocosa, un Bush y un Putin en mangas de camisa y sin corbata pusieron de relieve que, al menos en lo que respecta al sistema antimisiles, aún quedan muchos puntos por solventar.

Putin propuso ampliar el plan estadounidense de manera que no se limite sólo al este de Europa sino a todo el continente y a la OTAN.

El presidente ruso, que a principios de junio ya sorprendió a Washington durante la cumbre del G8 en Alemania al proponer como alternativa el uso compartido de una base de radares en Azerbaiyán, hoy dijo que considera innecesarias las instalaciones que Washington planea en la República Checa y Polonia. En cambio, agregó, esas instalaciones deberían desplegarse en el sur de Rusia.

"La relación de nuestros dos países quedaría en un nivel completamente nuevo", declaró el dirigente ruso, mientras su homólogo estadounidense calificaba la idea de "muy innovadora". Sin embargo, Bush insistió en que considera "que la República Checa y Polonia tienen que ser una parte integral del sistema".

Bush y Putin, que mantienen también desacuerdos en torno a Kosovo o la situación de la democracia en Rusia, se mostraron más cercanos en lo que respecta al programa nuclear iraní y en la necesidad de coordinar sus acciones.

"Cuando Rusia y EEUU hablan en la misma sintonía tiende a tener un efecto, y por ello agradezco la actitud rusa en las Naciones Unidas", declaró Bush, mientras que Putin afirmó que "seguiremos teniendo éxito" en la colaboración de ambos países dentro de la ONU contra el programa iraní.

EEUU ha propuesto nuevas sanciones contra Teherán ante la negativa de su gobierno a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio, que Washington considera que tienen fines militares y que Irán asegura que cumplen objetivos pacíficos.

La vaguedad de estas declaraciones, sin embargo, no aclaró si ambos países verdaderamente han llegado a un acuerdo en lo que respecta al método para tratar el programa nuclear iraní o si, simplemente, querían dar una nota pública positiva sobre sus relaciones.

La reunión entre ambos gobernantes tenía como objetivo relajar las tensiones en las relaciones bilaterales, que algunos expertos consideran que atraviesan el momento más gélido desde la Guerra Fría.

Putin es el primer líder extranjero al que Bush invita a Walker's Point, la mansión propiedad de sus padres y que hizo levantar su bisabuelo en Kennebunkport, una exclusiva localidad vacacional en el estado de Maine, en el noreste de EEUU.

Para recuperar la calidez de las relaciones entre ambos líderes, Putin, que llegó el domingo por la tarde a Kennebunkport, ha sido agasajado con una excursión de pesca hoy junto al presidente estadounidense y Bush padre, rodeados de agentes de seguridad.

El presidente ruso pudo probar el domingo una cena de langosta y pez espada marinado, las especialidades de esta zona costera. Según los asesores de Putin, en la cena los dos dirigentes, acompañados por George y Barbara Bush, así como la primera dama, Laura Bush, hablaron de los comicios presidenciales que se celebrarán el año próximo en sus respectivos países y de la necesidad de impedir que las campañas electorales interfieran en las relaciones bilaterales.

Al tiempo que ambos mandatarios se reunían, cerca de 1.500 manifestantes se concentraron en Kennebunkport para pedir el final de la guerra en Irak y que se abra un juicio político contra Bush.