El presidente estadounidense, George Bush, al frente de la batalla diplomática para convencer a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de que aprueben la próxima semana un ultimátum al régimen iraquí, insistió ayer en que, "como último recurso, hay que estar dispuestos a usar la fuerza militar" contra Sadam Husein, al que volvió a acusar de proteger y financiar al terrorismo.

"Estamos haciendo todo lo que podemos para evitar empezar una guerra en Irak, pero si Sadam Husein no se desarma pacíficamente, será desarmado por la fuerza", aseguró Bush en su discurso radiado semanal, en el que afirmó que "desafortunadamente, está claro que Sadam sigue violando las demandas de la ONU negándose a desarmarse".

MENSAJE AL CONSEJO

Bush también lanzó un mensaje a los países del Consejo de Seguridad de la ONU que apuestan por dar más tiempo a Bagdad y a los que aún no han decidido su voto. "Permitir que un peligroso dictador desafíe al mundo y construya un arsenal para la conquista y el asesinato masivo no es paz en absoluto, es fingir", dijo el presidente estadounidense.

"La causa de la paz sólo avanzará cuando los terroristas pierdan a un rico patrón y protector y cuando el dictador sea total y definitivamente desarmado", añadió George Bush. El mandatario republicano volvió a expresar al país su determinación a "hacer frente a las amenazas vengan de donde vengan".

DESTRUCCION DE LOS MISILES

Sobre la destrucción de los misiles Al Samud 2, prohibidos por las Naciones Unidas, llevada a cabo por el régimen iraquí a instancias de los inspectores de desarme, Bush aseguró que "al tiempo que los destruye, Sadam Husein ha ordenado que continúe la producción precisamente de ese tipo de misiles". "Esos no son los actos de un régimen que se está desarmando. Son los actos de un régimen que juega a una mascarada premeditada", insistió el presidente norteamericano.

SIGUE EL DESPLIEGUE

Estados Unidos ya tiene desplegados en la región del golfo Pérsico 240.000 soldados, una cifra que aumentará en los próximos días hasta 280.000. A estos efectivos, habrá que sumar los 45.000 militares que se ha comprometido en enviar Gran Bretaña.

Mientras, la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora sirvió ayer para que pacifistas de todo el mundo expresaran ayer de nuevo su rechazo a la guerra. En Europa, las mayores concentraciones tuvieron lugar en Gran Bretaña, España e Italia.