Aunque el 66% de los ciudadanos están convencidos de que el país va por mal camino, según un sondeo de Ipsos, el presidente de EEUU, George Bush, se reafirmará esta noche en sus decisiones sobre Irak en el importante discurso sobre el estado de la Unión.

No obstante, para contrarrestar el desencanto general con su política y el rechazo mayoritario a la sangrienta guerra, que ha hundido el apoyo a su gestión, el líder republicano se concentrará en propuestas sobre temas nacionales, sobre todo en sanidad y energía.

"Presentará al Congreso algunas propuestas valientes", adelantó su portavoz, Tony Snow, consciente de que solo el 36% de los ciudadanos mantienen su respaldo al presidente frente al 61% que lo desaprueban, según la encuesta. El asunto que encabezará la lista será el seguro médico, una pesadilla que no cesa para los ciudadanos por su elevado precio, y del que carecen casi 47 millones de ciudadanos. Bush se propone esta noche pedir al Congreso, ahora dominado por la oposición demócrata, que respalde una "deducción fiscal" para contrarrestar el costo del seguro. Si su plan se realizase, cada contribuyente tendría una deducción de 7.500 dólares, que se elevarían hasta 15.000 dólares en el caso de las familias.