El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, respaldó hoy la candidatura presidencial del senador republicano por Arizona John McCain, a quien describió como un hombre "de carácter firme y perseverante". "John mostró una valentía increíble, carácter firme y perseverancia para llegar a este momento y eso es exactamente lo que necesitamos en un presidente, alguien que pueda hacer frente a decisiones difíciles y que no tiemble ante el peligro", dijo Bush.

"Se convertirá en presidente y aportará determinación para vencer al enemigo y un corazón lo suficientemente grande para amar a los que sufren", añadió Bush en una conferencia en la rosaleda de la Casa Blanca con McCain a su lado. Asimismo, el presidente estadounidense indicó que el candidato republicano mantendrá la política en Irak. "A este país le conviene alguien que entienda lo que está en juego, y McCain entiende lo que está en juego", dijo.

El senador se convirtió matemáticamente el martes en el candidato presidencial republicano tras ganar las elecciones de Texas, Ohio, Vermont y Rhode Island y superar la cifra de 1.191 delegados necesarios para optar a la Casa Blanca por el Partido Republicano. Bush trató de echar balones fuera ante las preguntas de si su apoyo podría perjudicar las aspiraciones políticas de McCain.

"No van a votar por mí", dijo el presidente, cuyas popularidad está en niveles mínimos en las encuestas ante la mala marcha de la guerra en Irak y la incertidumbre sobre el futuro económico del país. "Esto no es sobre mí. Yo ya he hecho lo mío", apuntó. McCain dijo sentir una "gran admiración" por Bush y aseguró que estará encantado de que el inquilino de la Casa Blanca haga campaña a su favor o le ayude a recaudar fondos siempre y cuando se lo permita su apretada agenda.

Ninguno de los dos políticos, que hoy compartieron un almuerzo en la Casa Blanca, quiso entrar en conjeturas acerca de quién podrá ser el acompañante de McCain, como aspirante a la Vicepresidencia, dentro de la candidatura republicana. El senador por Arizona compitió sin éxito contra Bush en el 2000 para hacerse con la candidatura presidencial republicana.

McCain confesó posteriormente que, cuando perdió, lo pasó muy mal: "Me comportaba como un bebé: dormía ocho horas, me despertaba y lloraba. Dormía ocho horas, me despertaba y lloraba". Pero esas rivalidades políticas han quedado enterradas como quedó claro tras la cálida acogida que le fue dispensada hoy en la residencia oficial.