El presidente de Estados Unidos, George Bush, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, escenificaron ayer en Maguncia su reconciliación exhibiendo una postura de firmeza frente a Irán para que renuncie a tener armas nucleares. Sobre Siria, Bush abogó por esperar a ver cómo responde el régimen de Damasco a las presiones internacionales para que se retire del Líbano, antes de estudiar sanciones.

Bush y Schröder subrayaron que por encima de cualquier diferencia sobre la forma de tratar a Teherán, el objetivo común es que "Irán no se dote del arma atómica". Bush destacó la importancia de que los iranís escuchen al mundo "hablar con una sola voz" y pese a que insistió en que no descarta ninguna opción contra el régimen de los ayatolás, dejó claro que "Irán no es Irak", y que los esfuerzos diplomáticos en ese país "acaban de empezar".

ENRIQUECIMIENTO DE URANIO Con estas declaraciones, Bush bendijo las gestiones que Francia, Alemania y Gran Bretaña realizan ante Irán para que este país renuncie a desarrollar la bomba atómica, y que han dado como resultado la suspensión temporal del enriquecimiento de uranio. Schröder destacó que "Irán no debe tener armas nucleares. Debe renunciar al derecho de su producción y debe incluso renunciar al derecho de cerrar el ciclo del combustible nuclear" reprocesamiento.

El canciller subrayó que el acuerdo alcanzado debe ser "completo, total y sostenible" e hizo un guiño al posible uso de la fuerza al subrayar que el final del plan nuclear iraní "debe lograrse a través de la negociación diplomática, si es posible".

Bush se sumó a la petición del presidente francés, Jacques Chirac, para que Siria retire no sólo a sus tropas del Líbano, sino también a los servicios secretos. El presidente de EEUU recordó que la resolución 1559 de la ONU establece la retirada de las tropas sirias y dijo a ese respecto que ahora Damasco debe mover ficha. "Vamos a ver cómo responden", dijo.

CONTRIBUCION EN IRAK Ambos dirigentes se esforzaron en pasar página a sus diferencias sobre Irak. Schröder subrayó que "son definitivamente un asunto del pasado" y Bush agradeció a Alemania su contribución a la formación de policías y militares iraquís fuera de Irak, a la vez que dijo aceptar las reticencias alemanas a enviar soldados a un país sacudido por la violencia.

También sobre medio ambiente, una de las causas de la gran impopularidad de Bush entre los alemanes, hubo una declaración conjunta. Tratando de minimizar sus desacuerdos sobre el Protocolo de Kioto, Bush y Schröder aseguraron que desean realizar una contribución, en el campo de la tecnología, para reducir las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero.

La cordialidad presidió un encuentro que en las calles de Maguncia movilizó a 12.000 personas contra la presencia del presidente estadounidense. "Bush vete a casa", "Bush, belicista" y "Terrorista número 1", rezaban algunas de las pancartas de los manifestantes.

Antes de abandonar Alemania, el dirigente de EEUU visitó a los soldados norteamericanos estacionados en el país y que han sido destinados a Irak.

Anoche, Bush llegó a Bratislava para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, una cumbre que ha creado gran expectación después de que Bush dijera que estaba deseoso de hablar con Putin "sobre su proceso de toma de decisiones".