La tensión entre los asistentes, hoy, a la cumbre del G-8 en el balneario alemán de Heiligendamm, a orillas del mar Báltico, crece por momentos. En un tono de crispación similar al empleado en la víspera por el líder del Kremlin, el presidente estadounidense, George Bush, respondió a su homólogo ruso y arremetió con dureza contra lo que calificó de "descarrilamiento" del proceso de democratización en Rusia, al tiempo que denunció sus "preocupantes consecuencias" para los ciudadanos rusos.

Las feroces críticas de Bush contra Rusia pronunciadas en su visita a Praga corren el riesgo de encrespar aún más los ánimos de su interlocutor ruso, tras una jornada en la que el líder del Kremlin se despachó a gusto contra Occidente, amenazando incluso con reorientar sus cabezas nucleares hacia blancos en Europa ante el despliegue del escudo antimisiles de EEUU en la República Checa y en Polonia. "En Rusia han descarrilado las reformas que prometían devolver el poder al pueblo, con difíciles consecuencias para la evolución democrática", espetó Bush.

"HABLAR ABIERTAMENTE" Constatando la existencia de "intensas relaciones de trabajo", no solo con Rusia, sino también con China, otro país con el que Washington mantiene importantes contenciosos, el jefe de la Casa Blanca reclamó, durante su intervención en la capital checa, su derecho a "hablar abiertamente de los desacuerdos" con Moscú y Pekín y de "desarrollar relaciones con estos dos países, algo que haremos sin abandonar nuestros valores". A pesar de la tensión, Bush tendió la mano a Moscú y llegó a pedir su colaboración en la construcción del escudo antimisiles. El líder de la Casa Blanca proclamó que "la guerra fría" ha terminado y que Rusia no tiene nada que temer.

Mientras, los militantes altermundistas, poco impresionados por el despliegue de seguridad de la cumbre del G-8, los iniciaron ayer en Rostock su cumbre alternativa, sin que se repitieran los violentos disturbios del fin de semana. La policía detuvo ayer a otras ocho personas y uno de los detenidos del fin de semana fue condenado a 10 meses de cárcel por atacar a la policía.