La ocupación de Irak va para largo. El presidente de EEUU, George Bush, se vio forzado a admitir el martes que la transformación del país será "una empresa de gran envergadura y a largo plazo". Pero el continuo acoso a sus tropas no disuadirá a Bush del objetivo de estabilizar Irak, tal y como reiteró ayer. "Hay quien piensa que si nos atacan podríamos marcharnos prematuramente y no saben de qué hablan", dijo. "Nos iremos cuando el trabajo esté hecho". Desde el 1 de mayo, cuando dio por acabada la guerra, 26 soldados de EEUU han caído en atentados.