Los militares que perpetraron el golpe de Estado en Níger han acaparado todos los poderes, suspendido la Constitución y cerrado las fronteras terrestres y aéreas, y mantienen detenido al presidente Mamadou Tandja. Pero el país amaneció ayer en calma y muchos ciudadanos acogieron el golpe con sensación de alivio, dada la tensión política en los últimos tiempos. Los cabecilla han creado el Consejo Supremo para la Restauración de la Democracia.