El Reino Unido dio el miércoles el primer paso legal para salir de la Unión Europea. La Cámara de los Comunes aprobó por amplia mayoría, el proyecto de ley que autoriza al gobierno a iniciar formalmente las negociaciones con los 27 miembros, invocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa. En total 298 diputados votaron a favor y 114 en contra. Entre los que se opusieron hubo más de 45 rebeldes laboristas, que desafiaron la orden del líder Jeremy Corbyn y se unieron a los 54 miembros del Partido Nacional Escocés (SNP), la mayor parte de los liberales demócratas, los miembros del SDLP de Irlanda del Norte y la única diputada verde. También votó en contra el ex ministro Ken Clarke, conservador y sin embargo partidario eurófilo,

En un discurso apasionado de veinte minutos, -el mejor de los dos días debates-, el veterano político de 76 años, acusó a su partido de haber caído en el euroescepticismo y en anteponer la lucha contra inmigración a los intereses económicos del Reino Unido. Evocando el cuento de “Alicia en el País de las Maravillas·, se burló de los éxitos comerciales que el gobierno promete alcanzar tras el ‘brexit’. “Aparentemente seguimos al conejo dentro del a madriguera y emergemos en el país de las maravillas, donde, de pronto, los países alrededor del mundo van a hacer cola para darnos ventajas comerciales y acceso a sus mercados, que nunca antes hemos logrado como miembros de la Unión Europea”.

El que fuera ministro principal de Escocia y ahora diputado en Westminster por el SNP, hizo notar que, “Alicia se metió sola en la madriguera”, pero “esta primera ministra está llevándose consigo dentro a todo el partido Tory, a la mitad del partido laborista y al país entero”.

Muchos de los diputados, partidarios de la permanencia en Europa, votaron a favor de la ley muy a su pesar. Lo hicieron, bien por respeto al resultado del referéndum, bien por miedo a la reacción de los electores que apoyaron la salida de la UE en su circunscripción. A modo de compensación, May publicará el jueves el libro blanco del ‘brexit’, que le venían reclamado desde la oposición, donde expondrá la estrategia negociadora del gobierno.

La votación fue fácil para May, pero en Bruselas le esperan enormes dificultades, según Ivan Rogers. El ex embajador británico ante la UE, que recientemente dimitió del cargo por sus diferencias con el gobierno, indicó que el futuro acuerdo con la UE no se alcanzara antes del 2020 al 2025. “Serán unas negociaciones de una amplitud monstruosa y vehementes”. También advirtió que la “factura de la salida” para los británicos andará “entre 55 y 60 mil millones de euros”.