PUERTA DE DISCORDIA

La primera idea de Barack Obama era dar su discurso frente a la Puerta de Brandenburgo. El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, no tardó en mostrar su alegría. Pero las críticas llegaron de todos los frentes, en especial desde el conservador (CDU-CSU). La cancillera, Angela Merkel, dejó claro que le parecía "inapropiado" que un candidato gozara de un privilegio que solo han tenido dos presidentes de EEUU, Ronald Reagan y Bill Clinton. La Puerta de Brandenburgo es, para la CDU, de "una exclusividad especial".

CONTRATAQUE DEL SPD

La visita se convirtió así en motivo de fricción en la coalición que gobierna Alemania. La Puerta de Brandemburgo es el "símbolo de la amistad entre alemanes y estadounidenses", según el ministro de Exteriores, el socialdemócrata (SPD) Frank Walter Steinmeier. Para el SPD, tanto Obama como el republicano John McCain "son más que bienvenidos".

UN KILOMETRO

Finalmente, el discurso se trasladó a la también emblemática Columna de la Victoria, al final de la avenida del 17 de Junio, que parte de la misma Puerta de Brandenburgo.

CRITICOS HASTA EL FIN

"¿Vamos a permitir que los grandes monumentos alemanes se conviertan en escenario de las campañas de EEUU?", se preguntaba Peter Ramsauer (CSU).