El líder de los conservadores británicos y jefe de la oposición, David Cameron, prometió ayer impulsar un cambio radical del sistema político del país si llega al poder, con el fin de restaurar la confianza en la democracia, mermada tras el escándalo por las facturas que los diputados han cargado al erario público.

En un intento de arrebatar la iniciativa al primer ministro, Gordon Brown, Cameron abogó, en un artículo en The Guardian , por reducir el poder del Gobierno e impulsar un Parlamento más transparente. El dirigente tory propuso introducir una duración fija de las legislaturas. Y abogó por una "redistribución radical del poder: del Estado a los ciudadanos; del Gobierno al Parlamento; de los ministerios a las comunidades; de la UE a Gran Bretaña; de los jueces a la gente; de la burocracia a la democracia".