El candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, tratará de capitalizar este próximo otoño el mayoritario rechazo de los estadounidenses a la gestión antiterrorista del presidente del país, George Bush, su principal talón de Aquiles según los sondeos, con un programa electoral centrado en la seguridad nacional y que acusa al mandatario republicano de haber aumentado la vulnerabilidad de Estados Unidos ante el terrorismo.

Además de arremeter contra Bush por no tener un plan coherente para la defensa de la nación, aún temblorosa casi tres años después de los brutales atentados del 11-S, el borrador de la plataforma o programa electoral demócrata denuncia el aislamiento en que el líder republicano ha encerrado a Estados Unidos. "La doctrina unilateral de guerra preventiva ha alejado a nuestros aliados", subraya el documento, y demanda que se reparen las viejas alianzas porque la victoria contra el terrorismo "se logrará en compañía de otros, y no yendo solos".

INICIATIVAS RADICALES Dispuesto a pulverizar las tradicionales acusaciones republicanas de que los demócratas son débiles en materia de defensa, Kerry ofrecerá en su programa una serie de iniciativas radicales para combatir el terrorismo. Sin embargo, ha evitado astutamente el divisivo tema de su apoyo a la guerra de Irak, una invasión que el programa no condena, como tampoco pide la retirada de las tropas estadounidenses destacadas allí, aunque un 56% de los votantes demócratas están a favor de traer a los soldados.

MIRAR HACIA DELANTE "Tratamos de mirar hacia delante, no hacia atrás", se justificó el pasado viernes la representante demócrata Rosa DeLauro, presidenta del comité encargado de la redacción del documento, cuya aprobación se efectuará el próximo sábado en Miami. Kerry presentará formalmente el programa en Boston a finales de este mes de julio, durante la Convención Nacional Demócrata en la que será nombrado oficialmente candidato del partido a la Casa Blanca para los comicios del próximo noviembre.

Más de la mitad del programa electoral está dedicado a la seguridad nacional, muestra palpable del tema que dominará la campaña electoral del otoño. "No podemos permitir que Irak sea un fracaso, porque inevitablemente se convertiría en un santuario para terroristas y una fuerza desestabilizadora en Oriente Próximo", dice el documento, que aboga también por "internacionalizar de verdad, tanto política como militarmente" la posguerra iraquí.

PAPEL DE LA OTAN Kerry recordó ayer su fórmula para lograrlo en un artículo publicado en el diario The Washington Post . Bajo el título Un camino realista en Irak , el candidato demócrata abogó por lograr "el compromiso de la OTAN para desplegar una parte importante de las fuerzas de paz que serán necesarias en Irak durante largo tiempo". En su última cumbre de Estambul, la Alianza se opuso a participar en la crisis iraquí.

Pese al tono centrista de la plataforma demócrata, el documento adopta posiciones netamente izquierdistas en su abierto apoyo al aborto y en el abandono del respaldo a la pena de muerte de los programas del expresidente demócrata Bill Clinton y del derrotado candidato del partido en las elecciones del 2000, el exvicepresidente Al Gore.

RESPUESTA REPUBLICANA Los republicanos reaccionaron de forma airada ante las críticas a la política de Bush. Nicolle Devenish, directora de la campaña del tándem formado por Bush y el vicepresidente, Dick Cheney, recordó que en la ocupación de Irak participan 30 países y que la coalición trabaja hombro con hombro con EEUU.