Los productores agropecuarios argentinos iniciaron ayer una huelga decididos a ganarle una nueva batalla a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Durante seis días no venderán carne ni granos. Aunque prometieron no bloquear carreteras ni provocar el desabastecimiento, ya anunciaron que marcharán a Buenos Aires para hacer sentir su presión. El pasado 17 de julio, el campo obligó al Gobierno a dar marcha atrás con el aumento del impuesto a las exportaciones, del 35% al 41%. Ahora exigen que se siga reduciendo el gravamen.

El líder de la Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, que participó en una asamblea, afirmó que la presidenta beneficia a las grandes empresas, en detrimento de los pequeños productores. Cristina Fernández de Kirchner le respondió que "de las crisis no se sale peleando y dividiendo, sino dialogando".