El Kremlin reveló ayer cuál será la división de poderes entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su presidenciable , el viceprimer ministro, Dmitri Medvédev, después de las elecciones presidenciales del 2 de marzo del 2008. Medvédev, presentado el lunes como "heredero" de Putin, que contará con el apoyo de las autoridades en la campaña electoral, invitó al actual líder ruso a ser primer ministro durante su mandato.

"Considero que es muy importante para el país conservar en un cargo importantísimo del poder Ejecutivo, en el cargo de presidente del Gobierno de la Federación Rusa, a Vladimir Vladímirovich Putin, para que continúe el rumbo político que se estableció a finales de los 90", aseguró Medvédev después de varias horas de consultas con líderes de las fuerzas políticas que acaban de obtener la representación en la nueva Duma (Cámara baja del Parlamento) rusa.

Según Medvédev, los principales logros de Putin han sido "disminuir la pobreza, crear una seguridad social moderna y fortalecer el papel de Rusia en la escena internacional". "Para avanzar por esa vía no basta elegir a un nuevo presidente que comparta esa ideología, pues no es menos importante conservar el equipo formado por el actual presidente", dijo.

Este escenario permitirá a Putin conservar el poder a pesar de su anunciada retirada como presidente tras las próximas presidenciales. La Constitución rusa impide al presidente ruso, que cuenta con el apoyo del 75% del electorado, presentarse para su tercer mandato consecutivo. La elección de Medvédev como presidente podría coincidir con el inicio de una reforma constitucional que concentre los poderes clave en manos del primer ministro. La victoria electoral del partido del poder, Rusia Unida, en las parlamentarias del 2 de diciembre, que le dio la mayoría constitucional en la Duma, hace este escenario más probable.

SIN RESPUESTA Putin no contestó ayer a la invitación de Medvédev. Sin embargo, el presidente presentó en un encuentro con la mesa directiva de la Cámara de Comercio lo que parece ser su programa económico si acepta ser nuevo jefe del Gobierno. Tranquilizó a los sectores empresariales al prometer que el Estado moderará su injerencia en la economía y destacó que no es partidario de construir en Rusia un capitalismo de Estado.