Irak está fuera de control. En la ONU, el presidente Bush se reafirmó sobre la guerra preventiva y la voluntad de asegurar la democracia ante la mirada complaciente de un primer ministro, Alaui, que debe su cargo a las tropas ocupantes, pero que es incapaz de frenar la violencia y, pese a las promesas, garantizar las elecciones. Al mismo tiempo, el terrorismo internacional continuaba la escalada del horror con el asesinato de los dos rehenes estadounidenses y la amenaza sobre el británico, que podría desactivarse con la excarcelación de la _ doctora germen.

Las acciones terroristas dificultan la reconstrucción del país e incrementan la inseguridad. Finalmente, la resistencia nacional se consolida en varias ciudades del país, instaura sus leyes y se incrementa con cada nuevo ataque de las tropas ocupantes. Una situación caótica que preludia una guerra civil y que sólo un cambio radical de política, como apuntaba también en la ONU Zapatero, podría invertir.

*Catedrático de Historia.