El grupo afgano que mantiene secuestrados desde hace 11 días a tres empleados de la ONU dio ayer un nuevo plazo al Gobierno, que vence el martes, para que libere a 26 presos talibanes a cambio de la vida de los rehenes, según informó ayer un portavoz de los secuestradores. Además, según este mismo portavoz, los secuestradores estarían dispuestos a ceder en otras de sus demandas iniciales, tras negociar con representantes gubernamentales.

En este clima, las autoridades afganas se mostraron muy optimistas sobre una pronta liberación de los rehenes. Lutfula Mashal, portavoz del Ministerio del Interior, indicó: "Se están haciendo grandes avances en la investigación del caso, y estamos convencidos de que esta crisis se resolverá de forma pacífica".

El portavoz del ministerio declinó indicar si el Gobierno estaba o no llevando a cabo negociaciones con los secuestradores. Tampoco lo confirmó la ONU. Varios medios de prensa locales han señalado que tanto el Ejecutivo afgano como la ONU negocian con los captores, supuestos miembros del grupo talibán Ejército de los Musulmanes.

CINCO PLAZOS Durante los últimos días, los secuestradores han anunciado al menos cinco plazos diferentes para el cumplimiento de sus exigencias, bajo amenaza de asesinar a los tres empleados de Naciones Unidas.

Entre las peticiones de los captores están la retirada de las tropas extranjeras de territorio afgano, que la ONU cese sus operaciones en el país y que sean liberados los presos talibanes y de Al Qaeda tanto en Afganistán como en la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba.