Carlos Gaviria es un prestigioso jurista de 69 años. Fue senador y candidato a presidente por el Polo Democrático (centroizquierda). Cree que la designación de Alfonso Cano como nuevo líder de las FARC debería abrir el camino de un acuerdo humanitario con el Gobierno. Pero lo duda. "La guerrilla está muy debilitada. Y Uribe piensa que puede golpear más fuerte".

--O sea que seguirá imponiéndose la lógica de la guerra-

--Temo que sí. El Gobierno percibe que puede ganarla, y más desde hechos como el asesinato de Iván Ríos, uno de los miembros del secretariado de las FARC, cometido por su propia custodia, a cambio de una recompensa. Esa es la prueba de que la guerrilla llegó a un inédito grado de descomposición.

--¿Los golpes a las FARC le dan aire al Gobierno en medio del escándalo de la parapolítica?

--Le vienen como anillo al dedo. Hay, por otra parte, un esfuerzo desmesurado del Gobierno de querer vincular a la izquierda democrática con las FARC para equiparar las relaciones del oficialismo con los paramilitares. Y estos últimos querían apoderarse del aparato del Estado, del Congreso mientras que la guerrilla quería tener contactos con parlamentarios.

--¿Por qué la parapolítica no afecta la popularidad de Uribe? ¿Qué se percibe?

--Si uno analizara los hechos en base a categorías racionales llegaría a esa conclusión. Pero Colombia es el mundo de la sinrazón. Por eso vivimos una etapa política parecida a la del macartismo en EEUU. Uribe no ha dudado en acusarme de terrorista, con lo que eso significa en un país polarizado.