El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha reconocido que "todavía llevará un tiempo" cerrar la cárcel ubicada en la base militar de Guantánamo, en Cuba, con lo que se retrasa todavía más el cumplimiento de uno de los compromisos que asumió el presidente, Barack Obama, nada más acceder al poder, cuando anunció que antes de enero del 2010 la prisión estaría clausurada.

"Ciertamente, no se va a cerrar el próximo mes. Llevará un tiempo", ha apuntado Gibbs en una entrevista concedida este domingo a la cadena estadounidense CNN, donde ha señalado que la clausura de esta prisión "dependerá en parte de la voluntad de los republicanos de trabajar con la Administración en este tema". Gibbs se refería así a la complicada situación en la que quedará el bloque demócrata --partidario del cierre-- en el Congreso a partir del mes de enero, cuando los republicanos obtendrán el control de la Cámara de Representantes y aumentarán su presencia en el Senado, como consecuencia de los resultados de las elecciones legislativas del pasado 2 de noviembre.

También ha admitido el portavoz de la Casa Blanca que existen "problemas legales" para impulsar la propuesta de Obama con el fin de propiciar la adhesión de los presos de Guantánamo a la jurisdicción civil en vez de a la militar. Esta iniciativa ha encontrado una fuerte oposición en las filas republicanas.

TRES TIPOS DE PRESOS

Según esta propuesta, algunos presos serán juzgados en tribunales federales, otros serán juzgados por comisiones militares, y probablemente "pasen el resto de sus vidas en una prisión de máxima seguridad de la que nadie, incluidos los terroristas, ha podido escapar", según ha explicado Gibbs. Un tercer grupo de presos, especialmente peligrosos, "deberán permanecer detenidos indefinidamente", a la espera de que se alcance un acuerdo sobre cuál deberá ser el procedimiento a seguir en este tipo de casos. "No vamos a ponerlos de nuevo en el campo de batalla", ha subrayado.

De esta forma, Gibbs ha rebajado las expectativas sobre el futuro cierre de la prisión, cuya fecha ha sido pospuesta de forma indefinida, a pesar de que el pasado miércoles Obama reiteró su deseo de cumplir con su promesa durante el discurso pronunciado antes de sus vacaciones navideñas en Hawai.