Las autoridades húngaras han interceptado este fin de semana, entre el viernes y el domingo, a 8.792 refugiados que han cruzado la frontera de forma ilegal, pese a que el sábado se concluyó la construcción de una valla alambrada en la frontera con Serbiaconcebida para frenar la inmigración.

En los pasados tres días, las autoridades han detenido a 36 personas por supuesto tráfico ilícito de seres humanos que afrontarán sendas investigaciones policiales, indica un informe del ministerio de Interior húngaro.

La frontera entre Hungría y Serbia es una de las más frecuentadas de toda Europa por los refugiados, que llegan de países en conflicto como Siria, Afganistán o Pakistán a través de la llamada "ruta de los Balcanes".

Budapest ha convocado para este lunes al embajador francésdespués de que el ministro galo de Exteriores, Laurent Fabius, criticase duramente ayer la política húngara frente a los refugiados y considerara que la valla debería ser destruida.

REVUELTAS DE REFUGIADOS

El creciente número de inmigrantes ha causado en los últimos días tensiones internas en las zonas de tránsito y en los campamentos.

Unos 100 refugiados protestaron el domingo en la estación de trenesKeleti de la capital húngara, debido a que las autoridades locales no les permitieron subirse a los trenes que los habrían llevado a Alemania.

La gran mayoría de los más de 150.000 refugiados que llegaron a Hungría en lo que va de año pretende llegar a países más ricos de la Unión Europea, como Austria y Alemania.