Los extremos chocaron ayer en Italia: por un lado, los democristianos exigieron que todos los diputados se sometan a una prueba que demuestre si consumen o no estupefacientes, mientras por el otro Los Verdes tachaban de "hipócrita" la ley antidroga en vigor y pedían modificarla por "inútil y peligrosa". Son las consecuencias de la polémica desatada por el programa de televisión Las hienas , que llevó a cabo una investigación de la que se desprende que un tercio de los parlamentarios consumen drogas. "Los ciudadanos italianos tienen derecho a saber si los parlamentarios que han elegido son drogadictos o no", dijo el democristiano Pier Ferdinando Casini.

Por orden de la Autoridad para la Tutela de la Vida Privada (ATVP), el programa no ha llegado a emitirse, pero el revuelo que ha causado ha sido enorme. "Estoy preparando una propuesta de ley con el fin de introducir una prueba obligatoria para todos", anunció Casini, expresidente del Congreso. La iniciativa de los democristianos se estrelló con la réplica veloz de Los Verdes, que por boca del jefe de su grupo parlamentario, Angelo Bonelli, arremetió contra "el festival de la demagogia" que ha desatado Las hienas .

No menos importante que la polémica por los vicios de los diputados es la que ha suscitado la decisión de la ATVP de prohibir la emisión del programa. El Comité para la Defensa de las Víctimas y contra los Abusos criticó ayer a la ATVP por defender a los diputados "cuando no lo ha hecho en otras denuncias de Las hienas sobre violaciones penales y administrativas", y pidió además a la fiscalía que exija al programa los nombres de los diputados que dieron positivo para investigar si quebrantan la ley. Las hienas obtuvo pruebas de sudor de los diputados sin su autorización, mediante el truco de pasarles por la frente una toallita detectora especial para limpiarles el sudor. Este año, el Congreso había aprobado una dura ley contra la tenencia de drogas.