La actual ley del aborto en EEUU nació a raíz del caso Roe contra Wade. Norma L. McCorvey (Jane Roe) presentó una demanda ante un tribunal de Dallas pidiendo poder abortar, ya que su embarazo había sido fruto de una violación. Las abogadas de Roe tuvieron que enfrentarse al fiscal del distrito, Henry Wade, que representaba al estado de Tejas, donde el aborto se consideraba un delito salvo si la vida de la madre corría peligro. El tribunal dio la razón a Roe, aunque no autorizó modificar la ley. En 1973, el caso llegó al Supremo, que falló que el derecho a la privacidad "es lo suficientemente amplio como para incluir la decisión de una mujer de interrumpir o no su embarazo". La sentencia legalizó el aborto en todo el país.