El presidente cubano, Raúl Castro, ha anunciado más recortes de gastos sociales para atajar la crisis económica del país y ha reiterado su disposición a dialogar con Estados Unidos, pero sin "restaurar el capitalismo" ni "entregar la revolución".

En un discurso ante la Asamblea cubana, al justificar los recortes en salud y educación, entre otras materias, Castro ha dicho que en abril pasado Cuba rebajó su expectativa de crecimiento del 6% al 2,5%, pero que en el primer semestre solo creció un 0,8%, lo que ha obligado a reducir ahora la meta anual al 1,7%.

RENEGOCIAR DEUDAS Y PAGOS

El general cubano ha reconocido que han caído significativamente las exportaciones de productos como el níquel, mientras que el turismo "enfrenta la paradoja" de que crece el número de visitantes pero disminuyen los ingresos.

Castro ha comentado que la crisis ha obligado a "renegociar" deudas, pagos y otros compromisos con entidades extranjeras. "En las condiciones de nuestro socialismo imperfecto, a causa de insuficiencias propias, muchas veces dos más dos da como resultado tres", ha afirmado.

POSIBILIDADES REALES

"Los gastos en la esfera social deben estar en consonancia con las posibilidades reales y ello impone suprimir aquellos de los que es posible prescindir. Puede tratarse de actividades beneficiosas y hasta loables, pero simplemente no están al alcance de la economía", ha argumentado Castro.

Sobre Washington, el presidente cubano ha afirmado que está dispuesto a hablar "de todo", pero sin renunciar a la revolución que encabezó en 1959 su hermano, Fidel Castro, enfermo desde hace tres años y cuya silla vacía estaba a su lado en la Asamblea.

"A mí no me eligieron presidente para restaurar el capitalismo en Cuba, ni para entregar la revolución. Fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo", ha afirmado el general.

Castro ha observado "con atención" la actitud hacia la isla del presidente de EEUU, Barack Obama, a quien ha criticado por mantener el bloqueo económico y comercial que Washington impone a La Habana desde 1962, y por seguir incluyendo a Cuba en la lista de promotores del terrorismo internacional.

No obstante, el general cubano ha reconocido que "ha disminuido la agresividad y retórica anticubana" en Washington y ha celebrado que se hayan reanudado las conversaciones migratorias "de forma seria y constructiva".

ADVERTENCIA DE LOS DISIDENTES

La mayoría de los cubanos ha acogido con escepticismo y resignación los nuevos recortes de gastos sociales anunciados esta semana por Castro, y los disidentes advierten de que el nivel de vida se reducirá de forma muy peligrosa.

Las medidas incluyen recortes del consumo eléctrico, eliminación de subsidios, merma de alimentos de la cartilla de racionamiento y reducción de los gastos en salud y educación.