Cuba celebró ayer el 50 aniversario de su revolución en un clima de austeridad y con la ausencia de su mítico líder histórico, Fidel Castro, de 82 años, apartado del poder por razones de salud desde julio del 2006. Las fiestas oficiales estuvieron presididas por el hermano y sucesor del comandante en jefe a la cabeza del Estado, Raúl Castro, de 77 años, quien presidió en Santiago, antiguo cuartel general de la guerrilla, los festejos. Desde la primera página del diario Granma , el presidente Castro felicitó a los cubanos en este histórico aniversario y destacó que se aproximan "tiempos difíciles".

El miércoles, Raúl Castro consideró que "la revolución no había fracasado" pese a las graves dificultades económicas de la isla y de su confrontación con EEUU, a cuyo embargo atribuyen los cubanos la mayoría de sus males. "Pero no hay que creer que de ahora en adelante todo será fácil", añadió el presidente.

Cuba fue golpeada en el 2008 por tres huracanes que según estimaciones oficiales causaron daños materiales por valor de 10.000 millones de dólares. Hay que añadir, además, que desde la caída de la URSS rige un "periodo especial en tiempos de paz".