Que tienen una hermana hipercrítica con el régimen no es ninguna novedad. Pero de ahí a que hubiese trabajado para la Central de Inteligencia, la todopoderosa CIA norteamericana, hay un trecho. Pues precisamente en estas se han de ver a sus 83 y 78 años, el comandante Fidel Castro y el presidente de Cuba, Raúl, respectivamente. Su hermana Juanita, de 76, la quinta de siete hermanos, la que les apoyó en la exitosa aventura de la Revolución y la que, posteriormente, emigró a Miami decepcionada con el rumbo que adquiría la gestión política de sus hermanos, se ha revelado ahora públicamente antigua espía del Gobierno de Estados Unidos al inicio de la década de los 60.

Desilusión política

"Me desilusioné cuando vi demasiada injusticia", contó Juanita Castro en una entrevista realizada por la cadena mexicana Univisión-Noticias 23 a raíz de la publicación de su libro en castellano Fidel y Raúl, mis hermanos, la historia secreta .

Juanita detalló cómo un día, cuando aún estaba en la isla pero ya empezaba a distanciarse de sus hermanos, una persona cercana a los Castro le propuso ser agente de la CIA. "Querían hablar conmigo, estaban interesados en decirme cosas y se preguntaban si yo estaba interesada en asumir el riesgo, si estaba preparada para escucharles", se sinceró Juanita con la periodista María Antonieta Collins. "Estaba bastante impresionada", reconoció para añadir, tajante: "Pero les contesté que sí". "Empezó así una larga relación con la CIA, archienemiga de Fidel Castro", contó Juanita.

"Ha traicionado al pueblo"

A partir de ese momento, en 1961, y hasta 1964, la hermana del líder de la Revolución cubana trabajó para salvar la vida de sus compatriotas críticos con el modelo de comunismo imperante en la isla caribeña. La entrevistada no dio para más detalles acerca de los métodos empleados, a la espera de que el libro, lanzado el lunes, aporte algún pormenor más.

Basta con ver la biografía de Juanita para constatar que la evolución de su pensamiento político fue tan rápida como contundente. Si antes de 1959, año en el que triunfó la revolución contra el dictador Fulgencio Batista, trabajó para recoger fondos para la causa revolucionaria, en 1961 su espíritu crítico ya estaba completamente exacerbado. Hasta el punto que en 1964 abandonó la isla para exiliarse en Miami. "Mi hermano ha traicionado y ha decepcionado al pueblo cubano", testificó Juanita Castro ante el comité de actividades antiamericanas del Congreso de EEUU. Corría el año 1965 y, en una de las sesiones, la más joven de las mujeres Castro explicaría el odio "obsesivo" que Fidel profesaba a EEUU.

Durante más de tres décadas, Juanita ha estado al frente de una farmacia en Miami hasta que la vendió en el 2006 para retirarse. En 1992, envió una carta a su hermano Fidel en la que le invitaba a renunciar a su régimen político y atender a razones. Sin éxito, claro.

También ha pleiteado con la hija ilegítima de Castro, Alina Fernández, exiliada, a raíz de la autobiografía que publicó bajo el título Alina: las memorias de la hija rebelde de Fidel Castro . Juanita, que ganó el pleito, adujo que el contenido era una calumnia hacia ella misma y hacia sus padres. Pero cuando su hermano Fidel enfermó gravemente en el 2006, Juanita criticó a los que se alegraron: "Es mi hermano y eso es así".