La Unión Cristianodemócrata de Alemania (CDU), aliada con la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) acordaron formalmente ayer la creación de una gran coalición para gobernar el país durante los próximos cuatro años bajo la dirección de Angela Merkel (CDU).

"Estoy convencida de que el tratado que establece la coalición ofrece una verdadera posibilidad para que Alemania supere su crisis política y económica y mejore la situación en nuestro país", destacó Merkel, que debería ser investida como la primera cancillera de Alemania el próximo día 22. La coalición "se tendrá que medir por los resultados y por su capacidad para crear empleo, para que más personas tengan acceso al trabajo y el bienestar", añadió Merkel.

La futura cancillera agregó que, con el acuerdo de ayer, 39 años después de la primera gran coalición, Europa y el mundo pueden esperar de Alemania una alianza de Gobierno dispuesta a "conseguir éxitos económicos", al tiempo que garantiza "la continuidad de la política exterior de Alemania".

La alianza de gobierno establecida por las grandes fuerzas políticas germanas se establece como resultado del empate electoral entre socialdemócratas y cristianodemócratas, y después de que los grandes partidos no encontraran socios para establecer una alternativa diferente.

El presidente saliente del SPD y futuro vicecanciller, Franz Müntefering, destacó que no fue fácil establecer la coalición, que demandó de todos reorientarse para establecer el diálogo entre fuerzas contrarias.

"En las cuatro semanas de negociaciones aprendimos a realizar compromisos, pero lo central será la capacidad de actuar", indicó Müntefering. El dirigente reconoció también que en el tratado de gran coalición hay una serie de medidas contradictorias "que deben motivar una amplia discusión sobre su sentido y su forma de concretarlas".