La Comisión Europea (CE) se ha mostrado hoy prudente respecto a acelerar las adopciones de niños haitianos que estaban en curso antes de la catástrofe, una iniciativa que han anunciado ya países comunitarios como Italia y Holanda. "La prisa en las adopciones no es una buena idea", afirmó el portavoz de la CE para Justicia e Interior, Michele Cercone, que destacó las difíciles condiciones en que vive el país y los efectos de la catástrofe en vidas humanas.

Cercone añadió en unas declaraciones que el papel del Ejecutivo comunitario en esta materia se limita a "proteger los derechos de los niños". La semana pasada, durante la reunión informal de ministros de Justicia de los Veintisiete en la ciudad española de Toledo, el titular de Justicia holandés, Ernst Hirsch Ballin, anunció que su país va a facilitar las adopciones de niños haitianos que han perdido a toda su familia tras la catástrofe.

En concreto, el ministro holandés levantó los procedimientos de inmigración que deben seguir los niños haitianos que vayan a ser adoptados, un trámite que puede extenderse durante años. Así, un primer avión con 106 niños haitianos viajó a Holanda a finales de la pasada semana, y aunque la mayoría de ellos ya estaban asignados a familias holandesas, catorce de ellos no lo habían sido. Otros países comunitarios dijeron que van a acelerar las adopciones de niños haitianos que ya estaban siendo tramitadas.

El comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad de la UE, Jacques Barrot, declaró en esa reunión de Toledo que la difícil situación por la que pasan los niños haitianos "lleva a imaginar un marco europeo para intentar enfocar este problema, en el que se debe trabajar con otros organismos como Unicef".

Los ministros de Justicia de la UE acordaron coordinarse la pasada semana en Toledo "de manera muy estrecha" ante la catástrofe de Haití y ofrecieron su colaboración a Unicef para prestar una especial atención y protección a los niños haitianos.

España prohíbe terminantemente la adopción de niños de países en guerra o que hayan sufrido catástrofes de cualquier tipo, y tan sólo aprueba las adopciones que ya estaban en trámite antes de la catástrofe, tal y como subrayó el pasado viernes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.