De los 44.508.024 franceses que pueden votar en estas elecciones, 3,3 millones son nuevos inscritos en relación con las últimas presidenciales del 2002. El aumento no solo se debe al crecimiento demográfico, sino a un mayor interés por la política entre los electores.

La campaña ha apasionado a los franceses, como lo demuestran la asistencia masiva a los mítines, el éxito de audiencia de los programas políticos en televisión y los récords de ventas de los libros escritos por los candidatos o sobre ellos. Los sondeos entre los nuevos votantes sitúan en cabeza a Sarkozy, seguido de Royal y Bayrou, con porcentajes más apretados. Pero 1,8 de los 3,3 millones tienen entre 18 y 30 años, que tradicionalmente votan más a la izquierda.