Al menos un centenar de personas han muerto en nuevos enfrentamientos étnico-religiosos que estallaron hoy en los alrededores de Jos, capital del estado de Plateau, en el norte de Nigeria, donde actos de violencia similares causaron en enero pasado unas 300 víctimas mortales. El presidente interino del país, Goodluck Jonathan, ha decretado el estado de máxima alerta.

Pastores musulmanes de la etnia fulani y agricultores cristianos se enfrentaron desde la madrugada en tres comunidades de la localidad de Shen, donde 75 viviendas y numerosos vehículos fueron incendiados, según emisoras de radio y periódicos locales, que citan testigos presenciales.

Grupos de fulani, armados con revólveres, fusiles, metralletas y machetes, asaltaron las viviendas de Dogo Na Hauwa, Ratsat y Jeji entre las dos y las cinco de la mañana matando a todos los que encontraban en ellas, principalmente mujeres y niños.

"En un bien planeado y ejecutado ataque, los pastores fulani descendieron desde las colinas aledañas sobre las comunidades y llevaron a cabo lo que puede ser descrita como una operación comando para masacrar a los aldeanos", señala el matutino Punch, que cita a uno de los sobrevivientes, al que identifica como Dalyop Gyang.

Incendios y bloqueos

Gyang relató que un grupo de fulani cercó las aldeas bloqueando las principales vías de acceso, mientras los demás entraron en las viviendas empuñando metralletas, machetes y otras armas.

Según el sobreviviente, los atacantes incendiaron muchas casas y esperaron a que sus ocupantes salieran para acribillarlos, mientras que muchos de aquellos que pudieron llegar hasta las afueras de las aldeas fueron asesinados por los grupos apostados allí.

La policía y las autoridades civiles no han comentado los motivos de la masacre en un área que desde enero pasado seguía en estado de emergencia a causa de actos de violencia similares a los de hoy.

Episodios anteriores de violencia

Previamente, en Jos, donde la mayoría de la población es musulmana aunque hay una importante comunidad cristiana, han tenido lugar graves disturbios por motivos políticos y religiosos, con numerosas víctimas, en los años 2001, 2004 y 2008. En noviembre de 2008, varios cientos de personas murieron y miles se vieron desplazadas de sus casas en un brote de violencia que se inició debido al retraso en la publicación de los resultados de las elecciones locales y que desembocaron en choques armados.

Los conflictos que tienen como protagonistas a cristianos y musulmanes en Nigeria se han cobrado la vida de más de 12.000 personas desde 1999, cuando se implantó la sharia, o ley islámica, en doce estados norteños del país.

Con casi 150 millones de habitantes que se integran en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, está considerado como uno de los mayores rompecabezas del continente negro en el que las diferencias por cuestiones políticas, religiosas y territoriales se dirimen, por lo general, en confrontaciones armadas.