El centroderecha habría ganado las elecciones municipales y provinciales en Italia, pero la coalición progresista aumentó los votos en todo el territorio nacional, principalmente en el sur del país, invirtiendo la tendencia adversa que les perseguía desde hace cuatro años. El centroizquierda arrebató a los conservadores la provincia de Roma y recortó distancias en la isla de Sicilia, donde logró un significativo aumento de votos de entre un 10% y 20%.

En las elecciones estaban en juego 12 provincias y 489 municipios y, aunque no eran de primera línea, suponían un buen test para el Gobierno de Berlusconi. Además, la consulta tuvo lugar en un clima de gran tensión debido al proceso que se sigue en Milán contra el primer ministro.

Segun fuentes oficiales del centroderecha, la coalición de Berlusconi puede adjudicarse ya en la primera vuelta siete diputaciones provinciales y cinco alcaldías de las 12 capitales de provincia.

Las proyecciones facilitadas a primeras horas de la noche daban a la coalición conservadora los municipios de Palermo, Sondrio, Vicenza, Treviso y Pescara. Los progresistas lograban la diputación provincial de Roma y los municipios de Brescia, Pisa, Ravenna y Massa Carrara. Todas las demás provincias y municipalidades pasarán a la segunda vuelta, el 8 de junio.

Los políticos de la coalición progresista se mostraron satisfechos por lo que definieron como "el fin de la hegemonía de los conservadores en Sicilia".