Gritaron "¡cerrad las mezquitas!", y "¡terroristas musulmanes fuera de Gran Bretaña!". Cantaron viejas canciones patrióticas del siglo XVIII, como Rule Britannia! , que habla de la gloria de Gran Bretaña cuando era una superpotencia mundial.

El puñado de manifestantes de la ultraderecha que se concentraron durante el fin de semana junto la mezquita de Regent´s Park, en Londres, sólo pudieron aproximarse a unos centenares de metros del recinto vallado debido a la protección policial que impedía a los derechistas acercarse. Y es que el Frente Nacional (FN), el minoritario partido de inspiración nazi que defiende la expulsión del Reino Unido de todas las minorías étnicas que no procedan de Europa --incluyendo a aquellos que posean la ciudadanía británica-- ha pasado ya a la acción tras la reciente ola de atentados en Londres.

La campaña

Uno de los episodios más explosivos de su campaña de protesta está previsto para el próximo 27 de agosto en Beeston, el suburbio de Leeds donde trabajaban o residían tres de los cuatro suicidas del 7-J. El FN ha convocado a sus militantes y simpatizantes a desfilar por las calles de ese barrio al sur de la ciudad, según confirmó ayer Terry Blackham, que se define como el organizador de las "actividades nacionales" del partido.

¿Provocación? "Nada de eso; en este país debe haber libertad para todos; podemos manifestarnos donde queramos, siempre que sea de forma pacífica", responde Blackham. Pero lo cierto es que el compromiso con la no violencia de Blackham genera escepticismo.

El propio Blackham no se pronuncia de forma contundente cuando se le pregunta si expulsaría o ha expulsado a miembros de su partido responsables de actos de violencia contra propiedades de musulmanes. "Hay que examinar caso por caso; los actos de represalia han sido cometidos por individuos, incluso podrían haber sido cometidos por miembros del Partido Conservador", responde.

En su página web, muchos de los comentarios y análisis enviados por simpatizantes --y que el propio FN advierte previamente de que podrían "no reflejar" la línea oficial del partido-- tienen tintes claramente racistas y violentos. "Los musulmanes son sucios, nunca confíes en un paki", (término despectivo utilizado para referirse a un inmigrante de origen paquistaní), escribe un seguidor bajo el seudónimo de bulldog .

Fundada en 1967 como una fuerza política cuyo objetivo era oponerse al modelo multicultural británico, el FN ha pasado por numerosas vicisitudes y crisis, entre ellas la pérdida de popularidad que sufrió durante el periodo en que Margaret Thatcher encabezó el Gobierno. La dama de hierro , con su política de firmeza ante la inmigración en el Reino Unido, restó muchos votantes y militantes al FN. Las disensiones internas fomentaron la aparición del Partido Nacional Británico (PNB), que produjo una sangría de apoyos.

Las acusaciones de ser un partido de inspiración nazi son rechazadas por el liderazgo del FN, que tampoco quiere revelar el número de sus militantes.

Antisemitismo

Sin embargo, en un artículo que lleva por título La Conspiración: un complot para destruir a Gran Bretaña , publicado en el 2004 The Flame (La Llama), su publicación --que aparece de forma irregular--, se plantean ideas de carácter abiertamente antisemita: "La filosofía de los judíos es simple y efectiva: el dinero es poder y el poder les da el control; un judío sólo comprará de un judío, pero venderá a cualquiera".

Junto al FN, el PNB atiza también el odio contra los inmigrantes, aunque aparentemente lo hace de forma menos provocadora. "No aprobamos los métodos del FN", dice su portavoz, Phil Edwards. Pero su mensaje es parecido: "Los extranjeros no europeos deben ser expulsados; potencialmente, todos los musulmanes pueden ser terroristas".