"Estamos recuperando nuestra industria petrolera", dijo ayer el presidente venezolano, Hugo Chávez, al pasar a la ofensiva contra una huelga que cumple tres semanas. En Maracaibo, Chávez pudo presenciar ayer el atraque del buque tanque Pilín León , mientras un comando unificado recuperaba otros barcos parados.

"Al mover el Pilín , nos ha quitado la bandera del paro", reconocieron varios miembros de la oposición, que planea marchar al palacio de Miraflores desde "distintos puntos" para "darle un regalito navideño" al gobernante. Los militares pasarán estas fiestas acuartelados.

El mandatario definió el paro opositor como "una guerra, sin tiros ni bombas, pero con guerra electrónica, sabotajes, gente que planifica y manos internacionales metidas en ella". Chávez anunció que los trabajadores en paro están "despedidos" y serán objeto de acciones penales que no detalló.