Centenares de checos se manifestaron ayer en Praga para protestar contra el proyecto del escudo antimisiles estadounidense horas antes de la llegada a la capital checa del presidente de EEUU, George Bush (prevista para anoche), al inicio de su gira europea con motivo de la cumbre del G-8 en Alemania. La República Checa es, junto a Polonia, uno de los países donde está previsto instalar elementos del controvertido sistema defensivo. En concreto, se ubicaría una estación de radar con 10 misiles interceptores.

Grupos dispares --desde comunistas hasta feministas, pasando por ecologistas-- participaron en la protesta que se celebró en las proximidades del castillo de Praga y congregó, según los organizadores, a varios miles de personas y, según la policía, a unas 600. Los manifestantes llevaban pancartas con lemas como "no hay misiles pacíficos", "el radar apesta" o "bienvenido al teatro de marionetas", y organizaron un simulacro de tribunal "para juzgar los crímenes de Bush".

RESPUESTA ARMADA La gira de Bush por Europa amenaza con estar salpicada de protestas. En Alemania, un sindicato de la policía exigió que se autorice a las fuerzas del orden a usar sus armas de fuego contra manifestantes violentos como los del sábado en la marcha contra el G-8 de Rostock. Ayer hubo más disturbios en una protesta contra la política de asilo.