Terminó el juego del escondite para Alberto Fujimori. El Tribunal Supremo de Chile aprobó ayer la extradición a Lima del expresidente peruano por dos cargos de graves violaciones de los derechos humanos y cinco de corrupción. Fujimori, el primer expresidente extraditado de Latinoamérica, está ahora expuesto a penas de 30 años de cárcel.

La deportación de El Chino , de 69 años, se hará "lo más rápido posible", según el canciller chileno, Alejandro Foxley. En círculos políticos consultados por este diario se aseguraba anoche que era "cuestión de horas". El Gobierno de Michelle Bachelet coordinaba las acciones con sigilo mientras comandos policiales rodeaban la mansión en la que Fujimori llevaba una vida de marajá, en las afueras de Santiago.

UNANIMIDAD JUDICIAL La ciudad se alborotó la mañana de ayer cuando el presidente de la segunda sala del alto tribunal, Alberto Chaigneau, dio a conocer los extractos de una sentencia de más de 200 páginas que él mismo había redactado. La extradición de Fujimori para ser juzgado por las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos se aprobó por unanimidad.

Horas antes, Bachelet informó por teléfono de la novedad a su colega Alan García, que llegó por segunda vez al poder y gobierna con una ayudita del fujimorismo. En Lima se tomaron medidas extremas. "Las cosas salieron como planeamos", opinó el canciller peruano, José García Belaunde.

"Ha sido un trabajo largo y difícil", dijo el jurista Alfredo Etcheverry, defensor del Estado peruano en este caso. El primer ministro, Jorge del Castillo, dijo confiar en que la justicia peruana actuará "con paciencia, serenidad, y sin apasionamientos". "El juicio estimamos que podría durar tres o cuatro meses", anunció en tanto el procurador anticorrupción, Carlos Briceño.

Los familiares de las víctimas de las matanzas celebraron la resolución del Supremo chileno. "Es una primera victoria, pero falta todavía ver cuál es el compromiso del Estado y del Gobierno peruanos", sostuvo Gisela Ortiz. Para Amnistía Internacional, se ha dado un paso adelante en la búsqueda de justicia. Human Rights Watch dijo que la extradición no tiene precedentes.

Fujimori recibió la noticia sin inmutarse. "Es la oportunidad del retorno porque el objetivo es reencontrarme con el pueblo peruano", dijo. En declaraciones a la emisora de Perú Radiprogramas, dijo tener "la certeza y seguridad" de "salir airoso".

EL CANDIDATO Las esperanzas de eludir la extradición se le escaparon hace dos meses cuando se presentó como candidato al Senado japonés por un partido ultra bajo la promesa de terminar con la amenaza norcoreana, como lo hizo con Sendero Luminoso. En su campaña se autoproclamó El último samurai , como si fuera Tom Cruise. El samurai cree ahora que perdió una batalla pero no la guerra. En Perú, uno de cada cuatro ciudadanos piensa que es un perseguido.