La Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo chino) inicia hoy las dos semanas de su sesión anual volcada en las desigualdades sociales. "Debemos asegurar las necesidades básicas de todos", ha avanzado el primer ministro, Wen Jiabao. El mensaje es viejo. En los días previos a la sesión del 2006, se repetía el término nuevo campo socialista , que sucedía al de sociedad medianamente acomodada y sociedad armoniosa . Wen anunciaba inversiones en zonas rurales y el sacrificio de varios puntos del crecimiento económico para hacerlo más equitativo.

LA ANP empieza este año con los datos frescos del 2006: el mayor acelerón económico de la década (10,7%) y un crecimiento de la renta urbana dos puntos mayor que la rural, que deja a esta en menos de un tercio de la primera (357 euros por 1.150). El coeficiente Gini, que mide la desigualdad entre 0 y 1, sitúa a China en el 0,48, a dos centésimas del "estallido social". En 1980 estaba en 0,3.

El año pasado hubo 84.000 protestas en China, el 65% de ellas por cambios de uso en las tierras de campesinos con indemnizaciones que llegan esquilmadas por los gobiernos locales corruptos. Las protestas ponen en peligro el progreso y la continuidad del Gobierno, consciente del pasado revolucionario de su humilde campesinado.

Los expertos opinan que la brecha solo puede aumentar porque el desarrollo de las ciudades es imparable, pero eso no implica que la situación de los campesinos no mejore. La ONU pedía recientemente a China que explicara cómo sacó a 195 millones de personas de la pobreza entre 1999 y 2003. Sin embargo, su sanidad, educación o subsidios sociales son precarios.