Casi un centenar de monjes tibetanos permanecen detenidos después del asalto masivo y violento del sábado a una comisaría en la provincia china de Qinghai, informó ayer la agencia de noticias estatal Xinhua. Este es el mayor incidente que protagonizan los tibetanos desde que se cumplió hace dos semanas el primer aniversario de las violentas revueltas en Lasa. Al parecer, cientos de personas atacaron una comisaría de Rabgya, una ciudad de Qinghai con una alta concentración de tibetanos. En ese ataque fueron heridos de carácter leve varios policías y funcionarios.

Seis de los participantes fueron detenidos rápidamente y otros 89 se entregaron en las horas siguientes. A excepción de dos, todos los detenidos son monjes tibetanos.