Las autoridades chinas detuvieron ayer a la mujer del recién laureado Premio Nobel de la Paz, el disidente Liu Xiaobo, que está en prisión. Según informó ayer el grupo estadounidense de derechos humanos Freedom Now, Liu Xia fue detenida y puesta bajo arresto domiciliario tras haber visitado a su marido en la cárcel para informarle que había sido galardonado con el Nobel.

Freedom Now dijo saber de la detención por una fuente china que no quiso revelar por temor a que el informante pudiera ser detenido. Según la organización estadounidense, Xia, una poetisa de 49 años, no ha sido acusada de ningún crimen pero no se le permite salir de su casa de Pekín ni usar su teléfono móvil. Antes de su detención, Xia viajó escoltada hasta la lejana provincia de Liaoning, en el norte del país, donde su marido cumple 11 años de condena por "incitar a la subversión contra el Estado".

MARTIRES DE TIANANMEN La reunión se produjo en "un lugar secreto" pactado con las autoridades, según dijeron sus familiares. Después de conocer la noticia del Nobel, Xiaobo lloró y dijo que el premio era "para los mártires de Tiananmen".

Los periodistas que se acercaron a la cárcel fueron forzados a salir de la localidad. China considera a Liu un "delincuente", ha calificado de "obscenidad" la entrega del premio y ha amenazado las relaciones bilaterales con Noruega.

Por su parte, la prensa global expuso el viernes sin desmayo las gafas metálicas y el corte de pelo militar de Liu. El Nobel de la Paz hizo de Liu un icono global de la lucha democrática en horas. De no estar encarcelado, podría pasear hoy por el centro de Pekín sin temor a agobios. Como ocurre con Tan Zuoren, Hu Jia y tantos otros disidentes: el pueblo por cuyos derechos tanto sacrifican, los ignora.

CENSURA En una encuesta sin pretensiones científicas de este diario en la noche después de la concesión del premio en el barrio más cosmopolita de Pekín, con mayoría de chinos angloparlantes y más enterados que la media, solo dos sobre 20 conocían a Liu. Parte de la culpa es achacable a la censura: este fin de semana los buscadores en internet se bloqueaban tras introducir su nombre, los mensajes de móvil que lo incluían no llegaban, los medios chinos no mencionaron la noticia y las cadenas internacionales quedaron bloqueadas al hacerlo.