China sufrió hoy el segundo ataque terrorista en una semana, con la muerte de ocho personas en una serie de explosiones en la provincia noroccidental de Xinjiang, de mayoría musulmana, cuando el país esta volcado en la celebración de los Juegos Olímpicos en medio de extremas medidas de seguridad.

Una cadena de explosiones en una comisaria de policía y varias dependencias comerciales en el centro de la ciudad de Kuqa y un tiroteo posterior acabó con la vida de siete asaltantes y de un policía, explicaron testigos presenciales. Un portavoz gubernamental explicó que un triciclo motorizado conducido por dos personas y cargado con explosivos irrumpió en el área restringida de unas dependencias policiales e inmediatamente explosionó las bombas.

La detonación suicida mató al atacante y a un policía, hirió a otros dos guardias y a dos civiles más, además de destruir completamente dos vehículos cercanos. Las fuerzas de seguridad abatieron a un compañero del terrorista suicida, ya herido en el ataque, y en el rastreo posterior, encontraron a otros cinco personas escondidas en un mercado y que empezaron a lanzar explosivos caseros a la policía. En la refriega, Xinhua informó que la policía mató a dos de ellos con disparos y los otros tres se inmolaron.

Según testigos presenciales citados por Xinhua, la policía acordonó inmediatamente el área donde ocurrieron las explosiones y fuentes militares locales confirmaron el incidente y la movilización de equipos para reaccionar. Las fuerzas de seguridad buscan ahora al resto de responsables de las explosiones de esta madrugada, que podría implicar a un grupo de unas 15 personas.

Las explosiones tuvieron lugar esta pasada madrugada, entre las 2.30 y las 4.00 hora local (18.30 y 20.00 horas GMT del sábado) en Kuqa, una ciudad de 400.000 habitantes situada a 780 kilómetros de la capital provincial Urumqi y a más de 3.000 kilómetros de Pekín.

Las primeras investigaciones indicaron que los explosivos estaban compuestos de tanques de gas licuado, que hallaron en un taxi abandonado que los terroristas usaron presuntamente para preparar las bombas. Un cargo de la oficina del Comité del Partido Comunista de China (PCCh) en Kuqa aseguró que el ataque "parece que procede de las fuerzas separatistas" al ser preguntado por la autoría de las explosiones.

Todo el distrito central de Kuqa fue acordonado por la policía y las autoridades ordenaron el cierre de todos los comercios e instituciones, además de cortar el tráfico e impedir cualquier entrada o salida de la ciudad.

Por su parte, en una declaración en Pekín el secretario general del Comité Organizador de Pekín 2008 (BOCOG), Wang Wei, aseguró que el propósito de estos atentados es "el separatismo". "Supongo que quieren aprovechar los Juegos Olímpicos para obtener mayor publicidad, pero su objetivo es el separatismo y no los JJOO", explicó Wang, aunque aseguró que la seguridad en la capital china será todavía más estricta en la capital china ante los nuevos acontecimientos.

Se trata del segundo atentado ocurrido en la región de Xinjiang en menos de una semana, después del sufrido el pasado lunes 4 de agosto, cuando 16 policías murieron y otros 16 resultaron heridos en un atentado perpetrado con explosivos de fabricación casera contra un puesto aduanero en Kashgar.

Habitada por ocho millones de uigures, musulmanes suníes de cultura indoeuropea y lengua turcomana, la región de Xinjiang (noroeste) alberga un movimiento independentista para formar una nueva república centroasiática, el "Turkestán Oriental".

China ha acusado a los movimientos independentistas de la región de planear atentados contra los Juegos Olímpicos, y en lo que va de año anunció el desmantelamiento de 12 células de grupos terroristas trasnacionales.