El presidente francés, Jacques Chirac, hizo ayer un inesperado regalo a su homólogo estadounidense, George Bush, al anunciar que Francia no va a vetar en el Consejo de Seguridad de la ONU el proyecto de resolución de Washington para enviar una fuerza multinacional a Irak. Con esta garantía, Bush hablará hoy ante la 58 Asamblea General de la ONU para pedir a la comunidad internacional que arrime el hombro y le ayude a pacificar Irak, sumido en una caótica posguerra.

Bush recalcará que lanzar la guerra fue "la decisión apropiada", aunque el Consejo de Seguridad no lo autorizó y la mayoría de los países de las Naciones Unidas se opusieron. Y es a esos países a los que Bush pedirá ayuda, aunque dejó claro que no está dispuesto a dar a la ONU un papel de peso en ese proceso, como reclama el eje europeo antiguerra, es decir, Francia y Alemania.

"Para empezar, no estoy seguro de que tengamos que dar" a la ONU un mayor papel político en la reconstrucción iraquí, declaró impertérrito el domingo Bush, un día antes de trasladarse a Nueva York, donde hoy participa en la apertura de los debates de las Naciones Unidas.

ESPERA EN EL CONSEJO

La crisis iraquí pesa también sobre el Consejo de Seguridad, donde está atascado el proyecto de resolución estadounidense para que se apruebe el envío de una fuerza multinacional a ese país bajo mando estadounidense. La resolución no ha sido sometida a voto por temor a un veto de Francia, que exige un rápido traspaso de la soberanía al pueblo iraquí.

Sin embargo, el anuncio de Chirac, en las páginas de The New York Times , de que Francia no usará su derecho de veto puede acelerar la votación. "No tengo intención de oponerme a la resolución", dijo. No obstante, el presidente francés se reafirmó en la propuesta de que se transfiera de forma simbólica la soberanía al Consejo de Gobierno iraquí, para cederle gradualmente el poder en un plazo de 6 a 9 meses, algo que Washington rechaza.

También Bush declaró el domingo que está dispuesto a dejar que la ONU ayude a redactar la nueva Constitución iraquí y a organizar las elecciones democráticas. "Eso supondría un papel mayor" para la organización en Irak, declaró a la cadena televisiva Fox. Pero también matizó que está más interesado en la ayuda individual de los países miembros que en la de la organización como tal.

El unilateralismo estadounidense en la crisis iraquí ha creado un ambiente de claro resquemor en la ONU, donde Bush celebrará hoy y mañana encuentros con muchos de sus colegas. Pero también los estadounidenses ven con aprensión la posguerra iraquí, ya que sólo un 46% de ellos apoya la gestión efectuada por Bush, según reveló ayer el semanario Newsweek .