En lugar de eliminar la posibilidad de que Irak se convirtiese en "refugio de terroristas", como vaticinó el presidente de EEUU, George Bush, la guerra lanzada por la Casa Blanca contra ese país lo ha convertido en campo de entrenamiento para la próxima generación de terroristas "profesionales". Esta es la conclusión de un informe del Consejo Nacional de Inteligencia (CNI), el organismo de análisis estratégico que asesora al director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

El mandatario reconoció el jueves sus dudas sobre algunas de las cosas que dijo durante su primer mandato, porque tuvieron "consecuencias que yo no preveía". Aunque no llegó a mencionar errores en la guerra de Irak o la lucha antiterrorista, en una entrevista con 14 diarios de EEUU, Bush citó como dudosa su promesa de que atraparía a Osama bin Laden "vivo o muerto", o su bravuconada sobre los rebeldes en Irak cuando, en julio del 2003, pareció invitar los ataques de los insurgentes al proclamar desafiante: "¡Que vengan!".

El ataque contra Irak, en marzo del 2003, y la caótica posguerra en que sigue inmerso el país han proporcionado a los terroristas "un campo de entrenamiento, de reclutamiento y la oportunidad de mejorar sus recursos técnicos", asegura el informe de 119 páginas hecho público el jueves por el CNI, tras un año de trabajo de un millar de expertos de EEUU y otros países.

Titulado Trazando el futuro global , el documento advierte de que los factores que sostienen el terrorismo no dan señales de que vayan a debilitarse en los próximos 15 años. David Low, experto del CNI en amenazas transnacionales, añade que "incluso en el mejor de los casos, es probable que los jihadistas que no hayan muerto en Irak se disipen en varios países o refugios".

CAOS Y RESENTIMIENTO "En estos momentos, Irak es un imán para la actividad terrorista internacional", declaró a The Washington Post el presidente del CNI, Robert Hutchings. El depuesto dictador iraquí, Sadam Husein, no estaba aliado con Osama bin Laden, porque el líder de Al Qaeda le consideraba un enemigo del movimiento islámico radical. Sin embargo, tras su derrocamiento por Bush, el caos y el resentimiento en el islam contra la invasión estadounidense ha alentado la entrada de cientos de terroristas extranjeros, que ahora hostigan a las tropas de EEUU con atentados diarios.

Para el año 2020, el liderazgo de Al Qaeda entrenado en Afganistán habrá sido reemplazado por supervivientes de la guerra de Irak, prevé el informe. La organización terrorista "quedará superada" por otros grupos extremistas islamistas aliados con movimientos separatistas locales. Se tratará "de una ecléctica amalgama de grupos, células e individuos, que no necesitarán tener una base", dice el texto.

La principal preocupación de CNI es que los terroristas consigan hacerse con armas biológicas o nucleares. Para el ciudadano de a pie existe además la amenaza de que las fuertes medidas de seguridad activadas para combatir el terrorismo acaben con las libertades civiles.

REMATAR A UN IRAQUI Por otra parte, el sargento de EEUU Alban Cárdenas fue condenado ayer por un tribunal marcial a un año de prisión por haber asesinado a un joven iraquí en Bagdad. El militar fue considerado culpable de asesinato y conspiración para el asesinato, por lo que también será privado de su rango. Cárdenas es el segundo militar condenado por el mismo incidente. En diciembre, el sargento Johnny Horne fue sentenciado a tres años de prisión.