Demoledor. Así se puede definir el informe remitido ayer al presidente estadounidense, George Bush, sobre la presunta existencia de armas de destrucción masiva en Irak. El documento concluye que las agencias de espionaje, con la CIA al frente, se "equivocaron totalmente" en casi todas sus conclusiones sobre el arsenal de Sadam Husein con las que Washington justificó la guerra. Y lo que es peor: muchos de los fallos que se dieron en Irak siguen "siendo bastante comunes" en la evaluación de los programas armamentísticos de Irán y Corea del Norte.

EEUU "sabe poco" sobre las amenazas armamentísticas globales, y "aún sabe menos sobre las intenciones de algunos de sus más peligrosos adversarios", escriben a lo largo de 600 páginas los autores del informe, entre ellos parlamentarios, un exdirector de la CIA, magistrados y un rector universitario.

El documento destaca que las agencias de espionaje disponen de pocos datos sobre los programas de armas no convencionales que desarrollan países como Irán, Corea del Norte, Rusia o China, y relata que, gracias a la información recogida durante la guerra de Afganistán, se ha sabido que el programa de armas biológicas de Al Qaeda estaba más avanzado de lo que se creía.

El informe es un golpe en toda regla para un presidente, George Bush, que hizo de la lucha contra el terrorismo la bandera de su reelección y que no pierde oportunidad de recordar la presunta amenaza que representan los programas armamentísticos iraní y norcoreano.

BUSH PIDE UN CAMBIO En su primera reacción, Bush señaló que es necesario "un cambio fundamental" en el espionaje para responder de forma adecuada a la amenaza terrorista. Bush calificó el informe de "grave y extremadamente significativo".

Y es que el informe encargado por el presidente es implacable, puesto que subraya que dos años después de lanzar la guerra de Irak, tres años y medio después del 11-S, y pese a las reformas emprendidas, "las agencias de espionaje no son lo suficientemente ágiles e innovadoras para facilitar la información que el país necesita". Entre otras deficiencias, destaca la falta de expertos en extremismo islamista.

La comisión de expertos es crítica con la creación de la figura del director general del espionaje, cargo que recae en John Negroponte, y critica que su autoridad "es ambigua". El informe recomienda que Negroponte, además de coordinar la actividad de las 15 agencias de espionaje, tenga "más poder y autoridad" sobre ellas. Según los autores del informe, tras los fallos en Irak, la credibilidad de EEUU tardará años en recuperarse.

Mientras, el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, anunció ayer en la televisión estatal un plan de retirada de 300 militares italianos de Irak en septiembre, si cuenta con el visto bueno de sus aliados, Estados Unidos y Gran Bretaña.