En un ambiente cada vez más tenso, EEUU está presionando a Arabia Saudí para que coopere en la lucha antiterrorista, cortando la financiación a Al Qaeda y a otros grupos radicales que ofrecen multimillonarios saudís. La identidad de una docena de ellos ha sido distribuida por la CIA a banqueros de todo el mundo, según afirmó ayer la cadena televisiva ABC, mientras el FBI investiga si los pagos mensuales hechos por la princesa Haifa al-Faisal, esposa del embajador saudí en Washington, a la esposa de un estudiante saudí se usaron para financiar a dos de los terroristas del 11-S.

El Gobierno saudí conocía desde hace nueve meses la identidad de estos 12 multimillonarios, asegura ABC, aunque Riad lo niega. Uno de ellos es Yasin al-Kadi, con negocios en inmobiliarias, banca, comercio de diamantes e industria petroquímica, y cercanas relaciones con la familia real saudí, al igual que el resto de la lista de financiadores. Por su parte, Al-Kadi negó el año pasado haber hecho llegar dinero a Osama bin Laden o a su red, Al Qaeda.

TIBIA COOPERACION

Para enturbiar más el ambiente entre Washington y Riad, tenso no sólo porque 15 de los 19 terroristas del 11-S eran saudís, sino por la tibia cooperación a la ofensiva antiterrorista de la Casa Blanca y a sus planes de guerra contra Irak, saltó este domingo el escándalo de la princesa Haifa. Cada mes, la princesa enviaba 2.000 dólares a la esposa del estudiante Osama Basnan. Sin embargo, algunos de estos cheques fueron endosados por su receptora a favor de otro estudiante, Omar alBayumi, quien a su vez pudo haber hecho llegar el dinero a Jalid al Midhar y Nawaf al Hazmi, dos de los 19 terroristas del 11-S.

"Me temo que muchas personas de la familia real (saudí) o allegados a ella han estado ayudando y asistiendo a los terroristas", comentó el senador republicano Richard Shelby, mientras el demócrata Charles Schumer exigió que "tanto el FBI como la CIA digan lo que saben sobre la implicación saudí", en la financiación del terrorismo.

El secretario de Estado, Colin Powell, destacó el lunes desde México lo improbable de que tanto la princesa Haifa o su esposo, el embajador Bandar bin Sultan, "hicieran algo a sabiendas para financiar el terrorismo". No obstante, en privado la Administración Bush está apretando las tuercas a fondo a Riad. Según reveló ayer The Washington Post , un grupo de trabajo del Consejo de Seguridad Nacional está preparando un plan para dar un ultimátum a Arabia Saudí, y conminarla a que emprenda acciones en un plazo de 90 días contra sus ciudadanos que financian el terrorismo. Si no lo hace, EEUU actuará unilateralmente para cortar esta financiación.

ADVERTENCIA

The Washington Post citó ayer fuentes oficiales al cifrar en nueve los millonarios que financian a Al Qaeda, incluyendo a siete saudís, un egipcio y un paquistaní. "Les hemos dicho (a los saudís) que no nos importa cómo hacen frente al problema, pero que lo hagan. Si no, lo haremos nosotros", afirma una fuente oficial, que no clarifica qué tipo de acciones podría emprender el Gobierno estadounidense en este delicado caso.

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